Miro, pienso, camino, digo.
Ausente como siempre.
"Que nosostros no veamos a los demás, no significa que ellos no nos vean a nostros" Curiosamente aun recuerdo el primer día que está frase me vino a la mente. Era un mañana de verano en la que había salido a correr, afanada en mi ejercicio no me di cuenta de que venían dos jinetes por el camino y me miraban mientras corría. Absurdo, tal vez. Pero es que a veces vivimos tan ausentes, que nos olvidamos del resto, nos olvidamos de que hay gente de que sí nos observa mientras nosotros no nos percatamos.
Aquella tarde, con aquella conversación, me di cuenta de que tiempo atrás fui una de esas personas que observaba cada detalle, cada persona...cada momento. Fui de esas personas que quería descubrir a los demás, encontrar aquello que nos hace ser lo que somos y por supuesto, aceptaba las consecuencias de llegar tan lejos, me parecía divertido.
La vida da vueltas, lo que antes era, ya no es, lo que antes creías no es como pensabas. Entonces todo cambia y ahora es a mí a quien quieres descubir, curioso.
"Tal vez tu seas como una de las muñeas matrioska"
Puede ser, y sí es verdad que tengo ese "algo", esa cosa que me hace ser quien soy. Es verdad que hay algo más allá de las palabras que digo. Algún día, a lo mejor lo descubres, lo dudo. Aun así no dejes de intentarlo.
Descubir, en eso se basa todo, descubrinos, conocernos, sentirnos... Somos curiosos por naturaleza y queremos alcanzar aquello que nos queda lejos, lo que nos parece un misterio. Cuanto más misterio haya, más atracción habrá hacia lo que estamos persiguiendo. Así somos, porque "la vida no es un problema que resolver, sino un misterio por descubir."
Al son de la Luna...
martes, 14 de mayo de 2013
sábado, 11 de mayo de 2013
Tú
Perdida
en mis pensamientos, apenas me di cuenta de que una rosa comenzaba a
caer delante de mis pies. Miré hacia arriba y ahí estaba él. En
este instante solo era testigo la luna de todos los pensamientos que
se pasaban por mi mente. Lo miré durante unos minutos, como siempre,
sentía que podía perderme en su mirada.
Entonces,
recogí la rosa, pero sin suerte esta se deshizo y sus pétalos se
separaron cayendo al suelo. Fue en ese instante cuando me percaté de
que yo misma me sentía así.
Lo
miré, me miró. Lo amaba, de eso no había duda, pero no se lo
diría. Era como la rosa, un golpe contra el suelo lo podía
soportar, pero un leve movimiento que destrozara mi estabilidad haría
que me deshiciera, petalo a petalo.
Descendió
de la casa y se acercó a mi. Mi corazón, como era habitual cada vez
que el se acercaba, comenzóa latir con fuerza, llamándolo. Sin
medir palabra se acercó a mí y me abrazó. En sus brazos estaba
perdida... sin rumbo... por eso traté de separarme bruscamente, pero
el no me lo permitió. Me abrazó con más fuerza. Sentí que
habíamos dejado de ser dos personas para convertirno en una sola.
Luego, despacio, sin prisa, me besó. Me entregué a su beso porque
quería decirle así cuanto lo amaba, cuanto lo necesitaba, que era
todo para mí. Quería que supiera cuánto lo amaba y que significaba
para mí, quería que supiera con este beso todo lo que no era capaz
de decirle con las palabras.
Y
en al alto, luna como siempre, fiel testigo de mis amores,
sentimientos y visiones, de lo más importante y lo más
insignificante... Siempre la luna, testigo unico de estos dos seres
que no eras más que dos niños jugando a quererse.
viernes, 3 de mayo de 2013
Aceptarse
"Malgastó mucho tiempo buscando algo que ya había encontrado: A sí misma.
Quizás lo que le resultaba verdaderamente complicado era aceptarse. "
A la joven le costaba mucho aceptarse, por eso, ponía todo su empeño en huir de sí misma.
Lo que le ocurría es que aún no había aprendido a enfrentar a los problemas, a dejar de correr, le faltaba dar ese paso para plantarse ante sus miedos y enfrentarlos. Aún no se sentía preparada para ello. Por eso, hacia lo mejor que se le daba hacer, correr y refugiarse donde nadie la encontrase.
La joven llevaba tanto tiempo huyendo de sí misma, que se asustó cuando alguien por fin la alcanzó.
"Déjate llevar por lo que sientes y tus pies caminarán solos"
Gracias, porque has hecho que una parte de mí se libere, porque vivir detrás de un muro, también te lleva a vivir atrapada, necesitaba esas palabras. La otra parte, la que tiene miedo, se desconcertó al ver como traspasaste el muro, pero se tranquilizó cuando la intuición le dijo que podía confiar en ti.
Gracias por saltar, romper y destrozar el muro sin permiso.
Quizás lo que le resultaba verdaderamente complicado era aceptarse. "
A la joven le costaba mucho aceptarse, por eso, ponía todo su empeño en huir de sí misma.
Lo que le ocurría es que aún no había aprendido a enfrentar a los problemas, a dejar de correr, le faltaba dar ese paso para plantarse ante sus miedos y enfrentarlos. Aún no se sentía preparada para ello. Por eso, hacia lo mejor que se le daba hacer, correr y refugiarse donde nadie la encontrase.
La joven llevaba tanto tiempo huyendo de sí misma, que se asustó cuando alguien por fin la alcanzó.
"Déjate llevar por lo que sientes y tus pies caminarán solos"
Gracias, porque has hecho que una parte de mí se libere, porque vivir detrás de un muro, también te lleva a vivir atrapada, necesitaba esas palabras. La otra parte, la que tiene miedo, se desconcertó al ver como traspasaste el muro, pero se tranquilizó cuando la intuición le dijo que podía confiar en ti.
Gracias por saltar, romper y destrozar el muro sin permiso.
martes, 16 de abril de 2013
Divagaciones.
Te das cuenta de que para poder seguir tienes que romperte del todo. Así que, aquí estoy, con ganas de liberarme de que mi cuerpo se haga pedazos para poder volver a reconstruirme. No sé que hacer, no puedo huir... No me encuentro, no me reconozco...
Me he dado cuenta de que mi realidad se me escapa mientras vivo imaginado una mentira, y todo eso se me ha escapado de las manos, mi propia realidad se me escurre y ahora lo único que deseo, es romperme del todo, que se libere esta agonía que me ahoga cuando me toca enfrentarme a los hechos.
Pienso y siento, lo que siento y luego pienso. Mi universo, mi cuerpo en medio de todo este caos que me aprisiona, que me atemoriza. Contradicción.
Pienso y siento, lo que siento y luego pienso. Mi universo, mi cuerpo en medio de todo este caos que me aprisiona, que me atemoriza. Contradicción.
Creo que voy salirme de mi cuerpo, creo que hoy mis pies seguirán otro camino, estoy segura de que la mirada se tornará firme hoy.
Quiero que mi alma vuele hoy, que se sienta libre y en calma, quiero que mi mente y mi corazón dejen de enfrentarse, porque la que terminaré loca, seré yo.
Y vuelve la contradicción, o no. Saldré a la calle para hablar de amor con mi mirada y hablar al crepúsculo de tu a tú, diciendo adiós al ayer, igual que él pero para ver al mañana con sonrisa renovada.
Comerme el mundo sin miedo a nada, arrancarme todos los miedos y regalarle a la vida la mejor de mis sonrisas. Gritar, saltar, vivir.
Llego al mirador de las raíces, está todo muerto. Miro pero sin mirar, sigo en mis pensamientos y mis pensamientos, eso, me atraviesan aveces o se funden con mi alma. Un pequeño halo de luz de pronto interrumpe la fusión, escucho la naturaleza y miro, ahora sí miro, veo, me fundo con el ahora y no con lo abstracto de mi cabeza. De pronto vivo el aquí y el ahora.
Escrito por: Ti y por Mí.
miércoles, 3 de abril de 2013
Muro
-Es como si tuvieras un escudo que te defiende de los
cañonazos.
-Sí, me sigo acercado al cañón pero tengo un escudo para que
no me traspasen los cañonazos.
-Pero eso no está bien…
-No le veo el lado malo, me acerco a la gente solo que no
dejo que me afecten.
-Sí, te estás perdiendo la oportunidad de sentir de verdad.
-Eso no es malo, si no siento de verdad, no sentiré dolor de
verdad…
Me miró a los ojos y me dijo con mayor seriedad que antes:
-Te estás perdiendo la oportunidad de sentir de verdad.
Con su mirada me dijo todo lo que me perdía… Esa mirada
decía más que sus palabras.
Pero tengo miedo, si algo he aprendido es que si te atreves
a creer, te arriesgas a sufrir y me cansé de lanzarme al precipicio sin
paracaídas.
No me quedan ganas de sentir.
He levantado un muro donde nadie puede entrar, pero estoy
bien así, me siento cómoda, se está muy agusto aquí con esa falsa seguridad de que nadie
puede hacerme daño, esto me ayuda seguir. No puedo derribarlo, no sé saltarlo,
pero por encima de todo no quiero hacerlo. Saltarlo sería… caer en una realidad
que aún no puedo enfrentar, una realidad de la que llevo huyendo mucho tiempo.
De momento, me quedo a vivir la vida desde este otro lado del muro, que te
prometo, no es tan malo, solo a veces siento una punzada de vacío, pero nada
comparable a todo lo que tendría que soportar si el muro callera y me dejara a
la deriva.
viernes, 15 de marzo de 2013
Cierra los ojos
Comienzo a acariciar tu rostro. Mis dedos se deslizan por tus ojos, tu nariz, tus
labios…
Estoy muy cerca de tus labios. ¿Lo notas? Los rozo
suavemente con los míos. ¿Percibes como mi corazón late más deprisa?
Te beso, despacio, quiero sentirte. Mi cuerpo es invadido
por un cálido cosquilleo ¿Lo sientes?
Te beso con más intensidad, tus manos se aferran a mi cara y
me acercas más a ti.
Quiero desgastarte a besos…
Tómame en tus brazos, quiero perderme en ti. No me dejes parar…
Mantén los ojos cerrados, no cometas el mismo error que yo,
porque cuando los abrí ya no estabas a mi lado.
Ahora solo me apetece vivir con
los ojos cerrados.
lunes, 11 de marzo de 2013
Dolor...
"El dolor adopta formas diversas: una punzada, una leve
molestia… Dolor sin más, el dolor con el que convivimos a diario, pero hay un
dolor que no podemos ignorar, un dolor tan enorme que borra todo lo demás, y
hace que el mundo se desvanezca, hasta que solo podemos pensar en cuanto daño
hemos hecho, como enfrentarnos al dolor depende de nosotros. El dolor hay que
anestesiarlo, aguantarlo, aceptarlo, ignorarlo. Para algunos la mejor manera de
enfrentarse a el es seguir viviendo.
El dolor solo hay que aguantarlo, esperar a que se vaya por
si solo y a que la herida que lo ha causado cicatrice, no hay soluciones ni
respuestas sencillas, solo hay que respirar hondo y esperar a que se calme. La
mayoría de las veces el dolor puede aliviarse, pero a veces llega cuando menos
te lo esperas, te da un golpe bajo y no te deja levantarte. Hay que aprender a
aceptar el dolor, porque lo cierto es que nunca te abandona y la vida siempre
lo acrecienta."
Anatomía de Grey.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)